Llega la primavera y con ella las alergias, el asma y las alteraciones de la piel. Es muy común en pacientes con dermatitis atópica padecer también alergia o asma, y el brote de estas enfermedades suele desencadenar un brote también en la dermatitis. Conozcamos un poco más de la dermatitis atópica y como mejorarla.
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que suele desencadenarse en brotes y cuyo principal síntoma es el picor, tan intenso en algunos casos que es difícil evitar el rascado. Existe un alto componente hereditario, no está claro el modo de transmisión pero si uno de los padres tiene dermatitis atópica la posibilidad de que su hijo la presente es de un 40% y un 80% si la padecen ambos padres.
Esta enfermedad cursa con una alteración inmunológica que causa un déficit o ausencia de filagrina (proteína encargada de agregar los filamentos de queratina en fibrillas de queratina) y un definid de lípidos que constituyen la barrera cutánea. Esto provoca una alteración en la función de barrera de la piel, originando la pérdida transepidérmica de agua dando lugar a una piel seca, deshidratada y con mucho picor
Los pacientes con DA tienen una piel extremadamente sensible a estímulos externos como la sudoración, los irritantes o algunos gérmenes. Ante estos estímulos determinadas células que se encargan de la defensa de la piel se estimulan y provocan varias respuestas.
Por una parte hacen que se liberen sustancias desencadenantes del picor y la inflamación y por otra alteran la epidermis, los queratinocitos que son las células que la componen se renuevan más rápidamente de lo normal, unido a la alteración de las grasas de superficie dan lugar a una sequedad extrema de la piel.
En función de la edad los síntomas aparecen en distintas partes del cuerpo estas suelen ser:
| Bebes hasta 1 año | Niños mayores de 1 año | Adultos |
Localización | Mejillas, rostro y cuello. Cuero cabelludo. Tronco y cara externa de las extremidades. | Nuca, zona perioral y mejillas. Pliegue de la muñeca, dorso de manos y pies. Superficies de flexión (cara anterior de los codos y posterior de las rodillas) | Superficies de flexión de codos y rodillas. Mejillas, rostro, cuello, pliegues, dorso de manos y pies. Parpados, labios y eczema del pezón. |
Placas | Eritematosas, húmedas de bordes difusos, superficie granulosa con vesículas exudativas y costras. | Liquenificadas, secas, que se descaman y costras. | Con hiperpigmentación, eritematosas, piel pálida, secas y húmedas, con bordes difusos y pápulas, engrosadas y costras. |
El cuidado de las pieles atópicas ha de ser exhaustivo, ya que si mantenemos unos buenos hábitos de higiene y cuidados en las épocas de interbrote conseguiremos que se reduzcan el número y la intensidad de los brotes.
Pasos para el cuidado de la piel atópica:
-El baño:
Son preferibles las duchas de no más de 10 minutos de duración, con el agua templada (25-33ºC). Evitar el uso de esponjas o manoplas ya que la fricción sobre la piel puede ser irritante.
Utilizar siempre limpiadores SYNDET, evitar productos que contengan agentes irritantes como: perfume, alcohol, SLS /SLES (lauril sulfato sódico / lauril éter sulfato sódico). Recuerda revisar siempre la lista de ingredientes de los productos que adquieras, muchos productos de los que venden en grandes superficies que dicen ser para pieles atópicas contiene muchos de estos productos irritantes en sus ingredientes.
Los limpiadores han de reducir al mínimo el efecto deslipidizante de la piel. Por eso Ceramol Aceite limpiador es una gran elección. Contiene macromicelas que limpian por afinidad la superficie de la piel, sin hinchar el queratinocito y sin eliminar lípidos cutáneos.
Los limpiadores convencionales actúan con micelas más pequeñas que introduciéndose en las primeras capas de queratinocitos, hinchas la queratina y facilitan la escisión, eliminando al mismo tiempo gran parte de los lípidos de barrera.
Después del baño es importante secar con la toalla a pequeños toques sin frotar. Utilizar toallas de algodón 100%, y cambiarlas de formas frecuente para evitar la proliferación bacteriana.
-La hidratación:
Mantener la piel hidratada es algo esencial. Utilizar cremas específicas dos veces al día, y aumentar la frecuencia en caso de ser necesario.
Debemos buscar una crema que aporte lípidos fundamentales para la epidermis y restablezca la hidratación, como hace Ceramol crema base, esta crema contiene ceramida, colesterol y ácidos grasos, además de de palmitamida MEA que es un endocannabinoide con propiedades calmantes del picor.
Algo muy útil para mejorar la hidratación de la piel, es nutrirla desde el interior con un suplemento de Omega 3, Las personas con dermatitis tienen alterado el metabolismo de los ácidos grasos y las prostaglandinas, además de valores bajos de GLA, EPA y DHA, por lo que este suplemento nutricional es ideal para compensarlo.
-Ropa:
Utiliza materiales naturales como el algodón o el lino tanto en la ropa de verter como en la ropa de cama. Las fibras sintéticas y la lana pueden producir más picor.
-Estilo de vida:
Intenta reducir al máximo los niveles de estrés, ya que este puede ser un desencadenante de nuevos brotes.
Si sufres también de alergias intenta evitar la exposición al alérgeno.
Ten una dieta equilibrada rica en alimentos frescos. Evitando siempre cualquier alimento al que sea alérgico.
En casa evitar cambios bruscos de temperatura y controlar que el uso de calefacción y aire acondicionado resequen demasiado el ambiente. De ser así podemos contrarrestarlo utilizando un humidificador.
Utilizar siempre protectores solares testados en pieles atópicas.
Mantener una flora intestinal sana y equilibrada es otra de las cosas que nos ayudaran a controlar la dermatitis atópica.
Los estudios realizados hasta la fecha dejan claro que los probióticos son otra de las herramientas que nos pueden ayudar a mejorar la dermatitis atópica.
Algunos probióticos han demostrado una acción antiinflamatoria y una reducción de la permeabilidad intestinal, reduciendo así la hiperrespuesta ante los alérgenos. Si reducimos el paso a través de las células de la mucosa intestinal podemos reducir el número de crisis y poco a poco conseguir una mejora de los síntomas, incluso en casos de alergias alimentarias o dermatitis atópica. También durante el embarazo se ha demostrado que el consumo por parte de la madre de probióticos refuerza las defensas del bebé y reduce la incidencia de dermatitisatópica.
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